Qué ironía, con la que está cayendo, resulta que inauguramos Día Internacional de Jazz. Pues qué bien, pero ¿sirve para algo? ¿Alguien sale beneficiado? Quiero decir algún músico, no los de siempre. Y ¿cómo funciona? ¿Existe algún sitio donde el músico de a pie pueda ir y pasar el plato para recibir su indemnización por todos los días internacionales del jazz no disfrutados? Porque no nos engañemos, lo que hace falta es que alguien invierta, si no es la empresa privada que lo haga algún estamento público, el mismo que apoya la música clásica, por ejemplo. Con un poco de dinero se pueden hacer a muchos felices. El Corte Inglés así lo pensaba cuando esponsorizaba el mejor festival de jazz de Madrid, el del San Juan Evangelista, pero ese poco dinero necesario para mover la rueda de este festival se ha retirado, quién sabe si para siempre, y la rueda se ha parado con funestas consecuencias: músicos sin tener dónde tocar, aficionados sin posibilidad de disfrutar, y daños colaterales con nombres de personas a doquier. Muchos pensarán, ¡vaya momento para pedir dinero!, pero díganme, si no es para ésto, entonces ¿para qué sirve el día internacional de algo? Es para concienciar de su existencia y de su importancia me dicen algunos. Entonces debería de ser para alertar de su actual inanición.
Bien, pues denunciemos cómo está el jazz en nuestro país.
Baldo Martínez en su facebook propone como celebración de tan bonito día, esgrimir pancartas que denuncien:
¿Celebración?
¡¡DENUNCIA!!:
-La desaparición de Festivales y ciclos de Jazz
-La participación en su totalidad a taquilla de los músicos en el Festival de Jazz de Madrid y otros institucionales.
-La poca presencia de músicos españoles en Festivales internacionales de Jazz en España y la poca inversión que se hace en nuestro Jazz
-La presión contra los Clubs por mantener música en vivo.
Etc..etc..etc..etc..etc…..
Mas apoyo a nuestro Jazz!!!!
Sirva este modesto blog cómo electrónica pancarta ya que hoy por hoy nadie se fija en un individuo que recorra las calles con un pequeño cartel.
Y viva el Día Internacional del Jazz, pero con ayudas, si no poco vivirá.
Comentarios