Ya han sido varios los intentos de llevar al cine la suculenta historia del trompetista (cornetista, realmente) Buddy Bolden. El último fracaso con forma de guión firmado por Mark Bailey estaba basado en el libro de Michael Ondaatje (escritor de El paciente inglés) "El Blues de Buddy Bolden", y quedó en el limbo cinematográfico. Ya os hablamos de este proyecto en esta entrada. Finalmente parece que estamos a escaso tiempo del estreno de "Bolden", un film de Dan Pritzker, quien ya había experimentado con un curioso biopic mudo de Louis Armstrong de original título: "Louis". La estética de aquél y lo que parece en el tráiler será la de éste van de la mano, con una recargada fotografía de tonos pastel.
La banda sonora, como no podía ser de otro modo, está interpretada por el único músico de jazz de Nueva Orleans, Wynton Marsalis, aunque parece que el background de la música lo firma Mark Isham.
Cuál será el resultado de esta cinta depende principalmente del guión, pues no es mucha la información que tenemos por parte de los historiadores sobre este músico que inspiró a los mejores músicos de esta ciudad, pero del que no existen grabaciones que registren el celebrado sonido de su corneta, que según cuentan resonaba desde cualquier punto de Nueva Orleans. Tampoco conocemos demasiado sobre los detalles personales de este barbero que parece vivió poco pero intensamente en una ciudad y una época mítica. Todo ello da carta blanca al guionista (el propio
Dan Pritzker) que puede construirse a medida una historia de éxito y fracaso, muy del cine de Hollywood.
Otros biopics potencialmente exitosos retrataban la interesante vida de músicos de jazz, pero en cierto modo fracasaron al trasladarla a un guión. Es el caso de la de Bix Beiderbecke, llevada al cine en 1991 por el italiano Puppi Avati. La oscura cinta "Bix" mostraba de forma bastante fiel lo poco que se conoce de la atormentada vida de este músico blanco. También demandábamos una revisión de la vida de otro músico apasionante, Django Reihardt quien como anécdota extramusical consiguió sobrevivir en la Francia ocupada aun siendo gitano y músico de jazz, razones suficientes cada una para acabar en un campo de concentración. "Django" (y dale con buscar títulos originales...) dirigida por Etienne Comar, nos dejó fríos a quienes llevabamos quizás demasiado tiempo esperando esta película.
¿Qué pasa con los biopics de músicos de jazz? ¿Por qué tantas decepciones? En mi caso empezaron cuando vi la terrible versión de la vida de Billie Holiday en "Lady Sings the Blues", título traducido aquí por "El ocaso de una estrella" (pues para esto bien podrían haberle puesto "Billie") y que al margen de la nominación al oscar a Diana Ross, retrataba injustamente lo más sórdido de la que considero ha sido la mejor cantante de jazz que ha existido. A pesar de ello sigo aconsejando a cualquiera leer la estupenda biografía "Lady Sings the Blues" escritas en colaboración con su amigo y pianista William Dufty al que siempre se ha omitido en las portadas de los libros aquí editados.
El "Bird" de Clint Eastwood parace una excepción entre tanta mediocridad y por supuesto que única es "Round Midnight" de Tavernier, mi favorita, si lo tomamos como un biopic del pianista Bud Powell (y su amigo Francis Paudras); todo un acierto en su guión, sus actuaciones (tremendo Dexter Gordon haciendo de sí mismo) y la exquisita banda sonora firmada por Herbie Hancock.
En todo caso el mudo del jazz en el cine seguirá transitanto entre biopics más o menos exactos e historias noveladas de músicos que nunca existieron.
La banda sonora, como no podía ser de otro modo, está interpretada por el único músico de jazz de Nueva Orleans, Wynton Marsalis, aunque parece que el background de la música lo firma Mark Isham.
Cuál será el resultado de esta cinta depende principalmente del guión, pues no es mucha la información que tenemos por parte de los historiadores sobre este músico que inspiró a los mejores músicos de esta ciudad, pero del que no existen grabaciones que registren el celebrado sonido de su corneta, que según cuentan resonaba desde cualquier punto de Nueva Orleans. Tampoco conocemos demasiado sobre los detalles personales de este barbero que parece vivió poco pero intensamente en una ciudad y una época mítica. Todo ello da carta blanca al guionista (el propio
Dan Pritzker) que puede construirse a medida una historia de éxito y fracaso, muy del cine de Hollywood.
Otros biopics potencialmente exitosos retrataban la interesante vida de músicos de jazz, pero en cierto modo fracasaron al trasladarla a un guión. Es el caso de la de Bix Beiderbecke, llevada al cine en 1991 por el italiano Puppi Avati. La oscura cinta "Bix" mostraba de forma bastante fiel lo poco que se conoce de la atormentada vida de este músico blanco. También demandábamos una revisión de la vida de otro músico apasionante, Django Reihardt quien como anécdota extramusical consiguió sobrevivir en la Francia ocupada aun siendo gitano y músico de jazz, razones suficientes cada una para acabar en un campo de concentración. "Django" (y dale con buscar títulos originales...) dirigida por Etienne Comar, nos dejó fríos a quienes llevabamos quizás demasiado tiempo esperando esta película.
¿Qué pasa con los biopics de músicos de jazz? ¿Por qué tantas decepciones? En mi caso empezaron cuando vi la terrible versión de la vida de Billie Holiday en "Lady Sings the Blues", título traducido aquí por "El ocaso de una estrella" (pues para esto bien podrían haberle puesto "Billie") y que al margen de la nominación al oscar a Diana Ross, retrataba injustamente lo más sórdido de la que considero ha sido la mejor cantante de jazz que ha existido. A pesar de ello sigo aconsejando a cualquiera leer la estupenda biografía "Lady Sings the Blues" escritas en colaboración con su amigo y pianista William Dufty al que siempre se ha omitido en las portadas de los libros aquí editados.
El "Bird" de Clint Eastwood parace una excepción entre tanta mediocridad y por supuesto que única es "Round Midnight" de Tavernier, mi favorita, si lo tomamos como un biopic del pianista Bud Powell (y su amigo Francis Paudras); todo un acierto en su guión, sus actuaciones (tremendo Dexter Gordon haciendo de sí mismo) y la exquisita banda sonora firmada por Herbie Hancock.
En todo caso el mudo del jazz en el cine seguirá transitanto entre biopics más o menos exactos e historias noveladas de músicos que nunca existieron.
Alejandro Cifuentes
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